BERAZATEGUI: NUEVA DENUNCIA DE ABUSO EN UN JARDIN DE INFANTES CONTRA UN PROFESOR DE MUSICA, QUE «PAGABA» SILENCIOS A LOS NENES

Las denuncias se acumularon a partir de que una de las alumnas de una sala de tres años de un jardín de infantes de Berazategui le contó a sus padres lo que venía ocurriendo en la hora de música con un profesor, que les pagaba con billetes para que guarden el secreto.

«Se trataba de un juego sexual. Los varones se tocaban entre ellos y después tenían que encerrarse en el baño. Mientras tanto, el docente abusaba de las nenas», contó uno de los padres denunciantes.

Se trata de un escándalo surgido en el Jardín 925 «Cecilia Grierson» de Berazategui, donde ayer un grupo de padres denunció al profesor de música al que conocen como «Fabián» de haber abusado de sus hijos.

María S., mamá de Gabriela, de tres años, contó que «Gaby empezó el jardín este año y siempre se ponía histérica cuando llegaba la hora de ir allá, especialmente cuando lo veía al profesor de música, pero nosotros pensábamos que era por el proceso de adaptación».

«Esta semana la mamá de una compañerita de mi hija notó muy angustiada a su nena y con el celular grabó cómo la chiquita contaba que el profesor de música la manoseaba a ella y a varios compañeritos y les decía que no dijeran nada porque era un secreto entre él y ellos», afirmó.

María denunció: «Las autoridades del colegio se niegan a darnos los datos del docente para poder denunciarlo con nombre y apellido, y nos reprocharon que no hayamos ido a hablar primero con ellos».

«Hasta ahora sólo sabemos que la maestra de la sala y el profesor de música fueron apartados de sus cargos para una investigación interna, pero los padres vamos a ir al jardín a pedir que lo identifiquen», relató la mujer.

Una situación insólita que denunciaron los padres es que el profesor presuntamente les pagaba con billetes a los chicos para que no digan lo que ocurría en sus casas. «Mi hijo volvió con plata en la bolsita. Nos llamó la atención, porque está prohibido llevar billetes o golosinas a la escuelita. El nene no quería decir nada por miedo. Pero finalmente nos contó lo que pasaba, que era como un pacto de silencio», dijo un padre