China analiza dejar de comprar soja a EE.UU
Publicado: 25-10-2018
La escalada del conflicto entre Estados Unidos y China tiene implicancias de enorme envergadura para la Argentina. Si bien lo que está en juego es mucho más que una escaramuza comercial (se están enfrentando las dos más grandes potencias económicas y sociales en el siglo XXI), uno de los bujes sobre los que gira el diferendo es la soja. Sí, la pobrecita soja, aquel “yuyo” que conoció la luz pública hace diez años, cuando la batalla por las retenciones móviles puso en vilo al país.
Pero ahora cambia el juego. Trump trabó una serie de productos industriales chinos. China respondió con derechos de importación del 25% para la soja. Los farmers de Iowa –que votaron por el republicano—quedaron fuera de combate. El mercado se partió en dos: la soja norteamericana se vino abajo, y la brasileña subió fuertemente. Brasil emerge como un claro ganador, en especial cuando todo indica que una eventual presidencia de Jair Bolsonaro va a dar un gran impulso al agronegocio sojero.
Para la Argentina, donde la soja significa exportaciones por US$ 20 mil millones anuales, no hay una ventaja clara en este escenario. El abarrotamiento del mercado de EE.UU. y el consecuente bajo precio de la soja, implican un estímulo a la industria procesadora local. Tienen unos márgenes extraordinarios para elaborar harina y aceite, con lo que pueden atacar con ventajas a los clientes tradicionales de la Argentina, en particular Europa. Frente a este panorama, se corre el riesgo de una primarización de las exportaciones argentinas, atendiendo a China con poroto sin procesar.