Dijo el Papa Francisco: «Néstor Kirchner realmente no me soportaba»
Publicado: 10-11-2016
«Néstor Kirchner realmente no me soportaba. Las relaciones eran muy tensas». Así lo reconoce el Papa en una entrevista que aparece en «Nei tuoi occhi é la mia parola» (En tus ojos está mi palabra), un nuevo libro que recopila homilías, discursos y textos pronunciados entre 1999 y 2013 por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, que fue presentado hoy en esta capital.
El padre jesuita Antonio Spadaro, director de la prestigiosa revista jesuita La Civiltá Cattolica y autor de la primera entrevista a Francisco -en agosto de 2013-, fue el curador de este volumen único, de casi 1000 páginas, editado por Rizzoli, que salió hoya la venta en Italia. Spadaro contó que, en lugar de pedirle al Papa un prólogo de esta «ópera omnia» -que incluye los Tedéum del 25 de mayo y otros famosos sermones de Bergoglio-, una vez más, le propuso una entrevista, cosa que Francisco aceptó.
En esta conversación, que aparece al principio del libro, realizada el 9 de julio pasado, el padre Spadaro le hace a Francisco varias preguntas sobre sus homilías del pasado. Y el Papa cuenta cómo se preparaba, la importancia de su formación jesuita y, sobre todo, del contacto concreto con la gente. De hecho, asegura que para él es fundamental poder mirarle los ojos a las personas. De ahí, el título de la obra.
Ante una pregunta sobre la homilía realizada por el entonces cardenal Bergoglio el 27 de octubre de 2010, en memoria de Néstor Kirchner, fallecido ese día, Francisco es sincero. No oculta la existencia de un pasado conflictivo con el ex presidente argentino (2003-2007). «Sí, él realmente no me soportaba. Las relaciones eran muy tensas. Cuando supe que había muerto, a las tres de la tarde, dos horas después hice una conmemoración en la catedral», evoca. «Esa homilía era improvisada: no había preparado el texto escrito. Invité al pueblo y la Iglesia estaba llena. No había nadie del gobierno. El clima era tenso: durante la misa alguien me gritó algo. Le dije que estábamos ahí para rezar porque él había sido ungido por su pueblo con las elecciones para gobernar el país. El pueblo lo había elegido y ahora debía rezar por él», agrega.