Miercoles 12 de Marzo de 2025

EL CRIMEN DE MARIANELA: HAY UN SOSPECHOSO

Publicado: 28-06-2013

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A tres años del crimen de Marianela Rago Zapata.

Las claves para identificar al asesino puede estar en ADN hallado en la colilla de un cigarrillo y en un porro de marihuana. 

La propia madre Patricia Zapata, conto que ese perfil genético masculino está en poder de la Justicia, pero que la jueza de instrucción 15 a cargo de la causa, Karina Zucconi, aún no dispuso cotejarlo con ningún sospechoso.

En la noche del sábado 26 y la madrugada del domingo 27 de junio de 2010 -día en que fue asesinada-, Marianela recibió en su departamento 7mo. «A» de la calle Tucumán 2080, a varios amigos.

Los jóvenes habían hecho «la previa» antes de ir a bailar al boliche «El Bárvaro» del barrio de Palermo y en la casa quedó un cenicero donde se colectaron varias colillas de cigarrillos. El cenicero se iba vaciando en el tacho de basura a medida que se llenaba, pero cuando se fueron al boliche, ese cenicero quedó con algunas colillas de cigarrillos.

Esas colillas fueron enviadas al laboratorio y allí, por la saliva que queda en el filtro cuando se pita un cigarrillo, se obtuvo el perfil genético de cada uno de los fumadores.

Todos los perfiles genéticos que había en esas pocas colillas que quedaron en el cenicero fueron cotejados con el ADN de los asistentes a «la previa» y así pudieron determinar que había un cigarrillo que no había sido fumado por ninguno de ellos porque presentaba un ADN masculino desconocido.

A cuatro meses del crimen, los investigadores realizaron una nueva inspección ocular del departamento de Marianela -que había sido preservado por orden judicial-, y allí encontraron tirado en el balcón los restos de un porro de marihuana fumado.
Los amigos de la víctima ratificaron ante los investigadores que si bien en el grupo había algunos consumidores de marihuana, durante «la previa», ninguno de ellos había fumado porro en el departamento.

El porro también fue enviado al laboratorio genético y allí se concluyó que tenía dos ADN mezclados: uno de Marianela y otro masculino que coincidía con el perfil hallado en el cigarrillo fumado por un hombre que no participó de «la previa».

Marianela regresó sola a su casa, se encontró con algún conocido con el que subió a su departamento y fumaron juntos un porro. Ese hombre, que también dejó un cigarrillo en el cenicero, podría ser el asesino.  Hay un sospechoso

En la causa, existe otro ADN masculino que los investigadores están convencidos de que es el del asesino.  El ADN del presunto asesino quedó en manchas de sangre de dos dedos estampadas en el jean de Marianela cuando, según se cree, el homicida se cortó mientras apuñalaba con saña a la víctima.