Viernes 22 de Noviembre de 2024

El juez Casanello rechazó un pedido de sobreseimiento de Lázaro Báez

Publicado: 07-10-2016

el-caso-de-lazaro-baez-2174734w620

El abogado Maximiliano Rusconi, que asumió la defensa de Lázaro Báez en septiembre, pidió el sobreseimiento del empresario alegando «no hay delito precedente que justifique la figura de lavado de activos».

Sebastián Casanello, a cargo de la causa denominada la «ruta del dinero K», rechazó el pedido al sostener que «luce como un intento tardío de objetar lo que ya fue revisado y homologado» en primera y segunda instancia.

«Lázaro Antonio Báez fue procesado por el delito de lavado de dinero y que dicho procesamiento fue confirmado por el Tribunal revisor. Esta circunstancia evidencia la flaqueza de lo pretendido, en tanto luce como un intento tardío de objetar lo que ya fue revisado y homologado, no una sino dos veces. Así y todo,los letrados tampoco introducen ningún aspecto novedoso e idóneo para confrontar la imputación», argumentó el magistrado.

Por otro lado, Casanello consideró que está demostrado «con claridad meridiana» en la investigación «los flujos de capitales negros» que manejaba el dueño de Austral Construcciones, frente al argumento de Rusconi de que el dinero atribuido al lavado es «producto de las ganancias declaradas por la realización de obra pública».

«Lo que consideramos el eje del planteo, es decir la aseveración de los letrados en torno a que el dinero involucrado en las operaciones de lavado era dinero lícito o legítimo, producto de las ganancias declaradas por la realización de obra pública, es lisa y llanamente una alteración de los términos del reproche», sostuvo el magistrado. Casanello indicó que la causa «demuestra con claridad meridiana que las conductas fueron interpretadas dentro de un detallado cuadro contextual que abarcó no sólo las graves denuncias de corrupción vinculadas a Lázaro Báez como contratista del Estado que tramitan ante otros juzgados, sino investigaciones propias, que echaron luz sobre flujos de capitales negros.

«El planteo no solamente de modo tardío y equivocado busca discutir la autonomía de la actual figura de lavado de activos, sino que huele a sofisma, pues intenta correr el eje de la cuestión y alterar los términos del reproche», concluyó Casanello.