Viernes 13 de Diciembre de 2024

«Endoscopía mortal», por Marcelo Peretta

Publicado: 07-02-2018

La mortalidad de las endoscopias realizadas para diagnosticar cáncer, úlceras y otras dolencias digestivas es bajísima: 4 cada diez mil casos.

Incluso esos pocos casos se dan en pacientes que ingresan en muy mal estado de salud, que no fue la situación de Débora Pérez Volpin.

. ¿Se cumplió el protocolo?: dosis exacta de anestesia, cantidad suficiente de personal adecuadamente formado, equipamiento y tecnología disponible, etc..
Aunque el Propofol es seguro y produce una anestesia suave y rápida a los 30 segundos de aplicado en vena, su dosis debe ser exacta, sino es irreversible. Puede producirse paro cardíaco.

. ¿Se administró la dosis correcta? ¿Se uso Naloxona para revertir el paro cardiorespiratorio?
Aunque se desconoce su mecanismo de acción, sí se sabe que le Propofol puede producir: alergia, hipotensión, depresión respiratoria, supresión respiratoria (apnea) y paro cardiorespiratorio.

De ahí que el lugar debe poseer un monitor de pulso que mida presión arterial y nivel de oxígeno y haga un electrocardiograma continuo, y desde luego, un equipo completo de reanimación cardiopulmonar. ¿Lo tenia? ¿Funcionaba?

En el lugar debe haber al menos 4 personas: un médico gastroenterólogo, a cargo de introducir el tubo por la boca y observar las cavidades internas, un anestesista encargado de sedar y despertar al paciente -y de actuar en caso de urgencias cardiorespiratorias-, y 2 enfermeros o instrumentistas que colaboran. ¿Estaban? ¿Poseían la formación y experiencia adecuada? Existen denuncias a esa clínica de que durante las guardias no hay profesionales sino técnicos a cargo de los procedimientos.

No se si fue homicidio culposo, pero muy posiblemente sea mala praxis. El abandono de la clínica a la anestesista, que debió presentarte a título individual, revela la intención de que el hilo se corte por la parte delgada.

Cabe recordar que a esta clínica entraron otros jóvenes famosos que también salieron muertos. Es vox populi en el ámbito de salud, que la clínica invierte más en hotelería que en tecnología médica y salarios.

Hoy que se objetan a algunas obras sociales, cabe destacar que éstas brindan un gran servicio de salud, con solo el 20% de lo que perciben estas prepagas de gran renombre, que son inflexibles para cobrar la cuota, lentas para brindar atención y tibias para dar explicaciones, que en este caso ni siquiera se atreven a firmar.

. Marcelo Peretta -Doctor en Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires-