Estados Unidos vota y el mundo espera los resultados
Publicado: 08-11-2016
Llegó la hora de la verdad en las elecciones de Estados Unidos, después de la campaña electoral más dividida y sucia que se recuerde en las últimas décadas. Nunca como esta vez los estadounidenses fueron convocados a elegir entre dos visiones diametralmente opuestas, como las que suponen el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
El resultado, a horas de la apertura de las mesas, sigue siendo incierto y las encuestas no logran dilucidar a un ganador. No obstante, los mercados y el resto del mundo observan con ansiedad el resultado de una elección cuyo impacto es global
El impulso de Trump, impetuoso en las últimas semanas, parece haber disminuido, mientras que Clinton parece estar en ventaja, en remontada gracias al rebote de las últimas horas en los sondeos de opinión, especialmente después de la decisión del FBI de cerrar definitivamente la investigación sobre los correos electrónicos que pesaba como una tonelada sobre la ex Secretaria de Estado y postulante a la Casa Blanca.
Pero ambos aspirantes están un empate técnico, ya que las mediciones se encuentran dentro del margen de error: según la media del sitio especializado RealClearPolitics, Clinton está arriba por sólo tres puntos y Trump continúa peleando en muchos «Estados clave». Y son 15 los que están indecisos, es decir donde la diferencia entre los dos postulantes está por debajo de los 5 puntos.
El objetivo es alcanzar el «número mágico» de los 270 grandes electores necesarios para conquistar la Casa Blanca. Clinton por el momento tiene 203 seguros, contra los 164 de Trump, con lo que quedan 171 en juego. La diferencia es que a la candidata demócrata le basta con prevalecer en dos Estados como Florida y Pensylvania para triunfar, mientras que al magnate le sirve obtener una serie de victorias en varios de los «Estados clave».
Esa hipótesis es precisamente la que podría transformar la noche de las elecciones en una verdadera carrera cabeza a cabeza con definición fotográfica. De esta forma, las últimas horas de campaña electoral, con una intensa y agitada agenda, significaron para los dos desafiantes una verdadera competencia de fuerza, tratando de captar los últimos votos de los indecisos.
Tanto Clinton como Trump eligieron para el gran final Pensylvania. Hillary en Filadelfia, junto a su esposo Bill y su hija Chelsea, y junto a la pareja más amada de Estados Unidos, Barack y Michelle Obama, con personajes del calibre de Bruce Springsteen y Stevie Wonder en el escenario. «Tengo mucho trabajo para unificar al país. Realmente quiero ser la presidenta de todos, de las personas que votaron por mí y de las personas que han votado contra mí», sentenció la demócrata en el cierre de campaña.
Por su parte, el millonario neoyorquino, lanzó su llamamiento final en la ciudad de Scranton, junto a su esposa Melania y a sus fieles seguidores. «No necesito de las estrellas, necesito sólo de ustedes», repitió obsesivamente en los últimos actos Trump, quien acusó el golpe de la decisión del FBI y lanzó un último duro ataque contra su adversaria: «Clinton es culpable, todos lo saben. No tendrían que permitirle que se presente para las elecciones».
«Ahora les toca a ustedes estadounidenses hacer justicia en las urnas», invitó a sus seguidores. Mientras tanto, su equipo le quitó la gestión de la cuenta de Twitter, informó el New York Times, por considerarlo demasiado riesgoso teniendo en cuenta la votación.