Genocidas en Bolivia repiten la masacre por el Gas como en 2003, cuando gobernaba Sánchez de Lozada

Un día más de muertes inocentes en Bolivia, un médico de la zona de El Alto, conmocionado pide ayuda y que paren de disparar a los ciudadanos, Jaime Huaranca, dijo ante un grupo de periodistas: «en el momento que yo colaboraba al herido, también he recibido impactos. Es muy triste y doloroso ver morir así a un compañero, murió en mis manos», indicó.

Es necesaria la inmediata intervención de los organismos de Derechos Humanos en Bolivia para que detenga la masacre contra el pueblo que se manifiesta contra el golpe de Estado y pide la renuncia de la autoproclamada presidenta, Jeanine Áñez. Los ciudadanos están a merced de unas FF.AA que sin ningún tipo de límites, realizan una «cacería humana», dejando en el camino, muertos y heridos. Las imágenes así lo muestran, en la previa al desbloqueo de la planta de Senkata, en El Alto. Este gasoducto es y fue un punto estratégico, para el abastecimiento de combustibles de gran parte del país. Una macabra copia de 2003 cuando durante la llamada «Guerra del Gas», el por entonces mandatario boliviano,Gonzálo Sánchez de Lozada, orquestó una verdadera masacre, asesinando a decenas de personas, que defendían el patrimonio nacional. En ese entonces Sánchez de Lozada negociaba la exportación de gas a través de puertos chilenos, a EE.UU y México, en detrimento de los habitantes, quienes solicitaban garantías en  el abastecimiento del mercado interno. La respuesta, en aquel entonces, las mismas que ahora, balas para devastar una nación, el saldo de aquella represión militar de las protestas en octubre de 2003, 67 muertos y más de 400 heridos.