Ingresarían 40 vuelos clandestinos por mes vía Tartagal con drogas
Publicado: 14-11-2016
El radar ubicado en las cercanías de la ciudad salteña de Tartagal reveló que unas 40 avionetas ingresan cada mes desde Bolivia en forma irregular. La información de inteligencia señala que cada uno de esos vuelos puede dejar caer entre 400 y 500 kilos de droga en campos del norte, desde donde se completa la logística de distribución por tierra. Son, en la proyección, unas 20 toneladas de cocaína por mes.
Ese dato sobre irrupciones en el espacio aéreo argentino fue comunicado al ministro de Defensa del país vecino, Reymi Ferreira, durante un ejercicio de control aeroespacial que desarrolló días atrás la Fuerza Aérea Argentina con su par de Bolivia. Para ese adiestramiento fueron desplegados aviones biturbohélice Pucará, hoy de los pocos sistemas de armas en capacidad de operar.
El problema no pasa sólo por contar con unidades aptas para interceptaciones sino también por la urgencia de sostener el entrenamiento de los pilotos. Macri fue informado del atraso incluso en la formación de los alférez, el primer grado de oficial de la Fuerza Aérea.
Las últimas tres promociones egresaron de la Escuela de Aviación sin ser pilotos militares. Para obtener el brevet de vuelo los cadetes sumaban antes 140 horas en aviones de adiestramiento. Cuando egresaban de la escuela en Córdoba ya eran pilotos militares.
Hay hoy 120 alférez que no saben cómo es estar al mando de un avión. Y muchos pilotos experimentados suman horas de vuelo en avionetas.
Con el sistema Mirage dado de baja, la Argentina fue al mercado mundial en busca de un interceptor. Los cazas de 4» generación y sus costos superiores a los 70 millones de dólares por unidad quedaron enseguida fuera de juego. En los últimos años fueron evaluados modelos de segunda mano, con más desventajas que puntos a favor. Macri se llevó de la reunión el visto bueno técnico sobre un nuevo caza liviano ofrecido por la empresa coreana KAI: el FA50.
Con un costo de algo más de US$ 30 millones por unidad, entre los puntos a favor del FA50 están su capacidad de interceptación -1,5 veces la velocidad del sonido-, la producción actual y sostenida y, fundamentalmente, su radar multipropósito.
La idea es contar con un escuadrón de 12 aviones. Los pilotos lo consideran una aceptable aeronave complementaria, de transición hacia un futuro caza de 4» generación y fundamental para acortar la brecha en la capacitación de las tripulaciones.