La Aduana de Velis hizo su primera inspección fuerte y encontró iMac, consolas, motores de automóviles y hasta hélices de avión escondidos detrás de rollers

La primera semana de noviembre arrancó con fuertes inspecciones en las Terminales 1, 2 y 3 (del mismo operador), la 4 y Exolgan en el Puerto de Buenos Aires. La Aduana abrió contenedores pendientes de destinación específica, donde no se declaraban las importaciones de gran valor. “En 6 contenedores, de todos los que vimos, puede haber hasta u$s 10 millones en valor real de mercadería”, confió a Minuto de Cierre una alta fuente del organismo. El riesgo de «enojar al Negro». Fotos exclusivas del operativo.

Las inspecciones siguen durante este miércoles 6 de noviembre, pero sólo las realizadas entre lunes y martes arrojaron fuertes resultados. Según información exclusiva, a la cual accedió Minuto de Cierre, ya abrieron más de 20 contenedores entre la T4, de APM Terminales (12 “latas” sólo allí), las terminales 1, 2 y 3 (allí 3 contenedores) y la de Exolgan, ubicada en Dock Sud (allí fueron 6). Aunque el nuevo director de Aduanas, José Andrés Velis, sabía del descontrol existente, la apertura de contenedores arrojó resultados más fuertes de los esperados.

“Lo que vimos era de tanto valor, y todo sin declarar, que algunos contenedores los inspeccionamos y por la mitad y dejamos el resto para mañana (por hoy)”, confió uno de los máximos responsables del operativo. Por ejemplo, detrás de tres paredes de rollers (los clásicos patines), o escondidos tras otros objetos de poco valor, encontraron desde computadoras iMac hasta consolas (sobre todo PlayStation), motores de automóviles o cajas de cambio. También se encontraron rifles de aire comprimido, fundas y cargadores de celulares, e inclusive una hélice de helicóptero. 

Inclusive había mercadería de alto valor -para una camioneta- a nombre de Martín Demichelis, más allá que sea o no realmente para el ex director técnico de River. La Aduana ya tiene detectado que, muchos de estos contenedores hacen una maniobra legal pero destinada a subfacturar. La mercadería sale desde China rumbo a los Estados Unidos, luego le cambian el “DNI” (llamado  Bill of Landing, BL) al contenedor, y se pierde trazabilidad de contenido real en su destino frente a la Argentina.

Un importador clave y funcionarios que lo cubrían

Según informes previos, que luego corroboraron en la inspección, por lo menos 40 contenedores son manejados por un único importador, a través de diferentes sociedades que maneja, enviando un equipo de 6 o 7 personas a negociar que sus “latas” sin papeles puedan llegar desde el puerto a los depósitos fiscales. Además, según diversas fuertes, espera un barco con más mercaderías.

El problema, para este importador que evidentemente subfactura y falsea declaraciones, es que antes tenía lo que se llama “cobertura”, nada menos que hacer la vista gorda. Desde la formal, y también en cuanto al poder real que ejercían, por lo menos necesitaba el apoyo de Rosana Lodovico, entonces subdirectora general de Metropolitana, y Claudio Di Giannantonio, director del Puerto de Buenos Aires. La mercadería llegó entre sobre todo entre julio y agosto de este año, cuando no se preveía un cambio de mando en la Aduana. 

Ya desde su asunción, y esta semana más todavía, Velis no sólo se rodeó de funcionarios capaces y ejecutivos, sino que además cortó la actitud de quienes intentaban hacerse los distraídos. “Pidió que abran contenedores para ver qué tenían y le trajeron uno con 50 pares de zapatillas. Los que hicieron eso estuvieron a punto de perder su flamante cargo. No lo van a tomar por tonto, y no lo conocen al “Negro” enojado”, comentó uno de sus laderos.