Boca goleó a Arsenal y llega puntero al Superclásico
Publicado: 30-04-2017
Boca sumó más que tres puntos. Es cierto que el 3-0 sobre el último del torneo podría decir muy poco en otro momento, pero en esta coyuntura, vale mucho más.
Arsenal vio pasar el tren de voracidad ofensiva en el que se sube siempre que puede el equipo del Mellizo y así la Bombonera asistió a ver cómo su equipo cortaba la racha de empates y recuperaba la soledad en la punta de la tabla. Con un bonus track, al superclásico con River llegará como puntero pase lo que pase en la próxima jornada.
El regreso de Gago daba la señal de un equipo que tendría mejor salida, más claridad en el primer pase. Pero la inclusión de Maroni era una incógnita. Ambos resolvieron como el técnico lo imaginó. «Pintita» jugó un muy buen primer tiempo, con seguridad y eficacia para jugar a los costados. Costados en los que brilló Barrios (pide a gritos quedarse como titular), en el que Bentancur acompañó con bajo perfil.
La precisión en velocidad no es un cualidad que se ve habitualmente, pero Boca consiguió darle verticalidad a su juego ofensivo una vez más y la justeza de sus delanteros hicieron el resto. Pavón no falló cuándo dar el pase y así llegó el primero de Benedetto. Y luego, el mismo Pavón recuperó la pelota para que Barrios asistiera al goleador.
A diferencia de otros partidos, nunca dio la sensación de que Arsenal podía lastimarlo aunque Rossi no parecía estar en su mejor día. El gol de Maroni fue la explosión para la Bombonera, que adoptó al pibe rápidamente. Que aplaudió sus lujos
En conferencia de prensa, Guillermo valoró el triunfo aunque admitió que Boca «no jugó un gran partido» y que puede rendir mucho más. Contó que puso al pibe Maroni porque buscaba «más tenencia que vértigo». Elogió a Gago y también a Benedetto. Y vaticinó: «El torneo está muy parejo y todo se definirá en la última fecha»
El debutante que marcó el tercer gol de Boca dijo: «Me avisaron el sábado que iba a ser titular y me pidieron que juegue tranquilo. Estoy muy feliz, fue algo soñado. Jugué un poco menos relajado que en Reserva y cuando hice el gol se me caía la hinchada encima», tiró el pibe.
«Cuando pateé al arco, la mente se me puso en blanco. Sólo quería que la pelota entrara, nada más. Después se me cruzaron miles de imágenes por la cabeza. Lo principal, la familia. Se lo dedico a ellos, pero estoy muy agradecido a todos», añadió luego.
Finalmente, el autor de un caño y un sombrerito en la mitad de la cancha, soltó: «Vamos a ver qué pasa en la semana, pero estoy tranquilo. Es obvio que cualquiera sueña con jugar el clásico, pero estoy tranquilo, muy feliz y agradecido».